Contiene este primer libro de versos de Fran Picón variadas composiciones, en su mayoría con el amor como «leit-motiv», destacando motivos de delicada inspiración: «Te esperaré al otro lado/sin las prisas del que busca la distancia», o estos otros: «Si algún día sonara la melodía/que susurra la orquesta de tus labios», plenos de sensibilidad y acierto en la metáfora.
En una como acumulación de sentimientos y sensaciones: el amor y el deseo, la locura a veces, la felicidad como anhelo…aparece también en estas páginas la incertidumbre, cuando dice el poeta: «Quizá no fuese primavera, ni otoño, ni invierno, ni verano», como acusando al indefinible tiempo de su inconstancia. Aunque el autor sabe muy bien que luego «Amanece el día en la sonrisa», y en otra afortunada metáfora, habla de «el violín del ruiseñor» amenizando al esquivo tiempo.
Francisco J. Picón Caro, poeta hasta hoy inédito, se identifica «buscando un traductor de miradas» en el poema que dedica a la madre de su hijo, sintiéndose como inmerso en la penumbra del deseo y la felicidad. Una penumbra que le lleva «más allá de los sueños» para acabar, a pesar de todo, dichoso «en un rincón del tiempo».
Por otra parte, y siendo su libro un argumento de amor (amor de amistad, amor familiar, amor de Eros), a veces en alguno de sus poemas hay algo como un vago temor del poeta a no ser querido, quizá porque en amor, como en tantas vicisitudes del cotidiano vivir, la certeza está casi siempre por el invisible filo de la duda.
Un nuevo, pero intenso volumen poético, esta primera obra de Francisco Picón.
Luciano Varea, poeta